Impresionismo Holandes
Colección Cantú Y de Teresa
Impresionismo es la denominación de un movimiento artístico1 definido
inicialmente para la pintura impresionista, a partir del comentario
despectivo de un crítico de arte (Louis Leroy) ante el cuadro Impresión, sol naciente de Claude Monet, generalizable a otros expuestos en el salón de artistas independientes de París
entre el 15 de abril y el 15 de mayo de 1874 (un grupo en el que estaban Camille Pissarro, Edgar Degas, Pierre-Auguste Renoir, Paul Cézanne, Alfred Sisley y Berthe Morisot).
Aunque el adjetivo «impresionista» se ha aplicado
para etiquetar productos de otras artes, como la música (impresionismo musical —Debussy—) y la literatura (literatura del Impresionismo —hermanos Goncourt—),2 sus particulares rasgos
definitorios (luz, color, pincelada, plenairismo) lo hacen de muy difícil extensión, incluso
para otras artes plásticas como la escultura (Rodin)3 y la arquitectura;4 de tal modo que suele decirse que el
Impresionismo en sentido estricto sólo puede darse en pintura y quizá en fotografía (pictorialismo) y cine (cine impresionista francés o première avant-garde: Abel Gance, Jean Renoir —hijo del pintor impresionista
Auguste Renoir—).5
El movimiento plástico impresionista se desarrolló a
partir de la segunda mitad del siglo XIX en Europa —principalmente en Francia— caracterizado, a grandes rasgos, por el intento de
plasmar la luz (la «impresión» visual) y el instante, sin reparar en la
identidad de aquello que la proyectaba. Es decir, si sus antecesores pintaban formas con identidad, los impresionistas
pintaban el momento de luz, más allá de las formas que subyacen bajo este. Fue
clave para el desarrollo del arte posterior, a través del posimpresionismo y las vanguardias.
La pintura holandesa del siglo XVII tuvo una gran
influencia en los pintores impresionistas franceses de la Escuela de Barbizon, quienes encontraban
en los paisajes de Salomon van Ruysdael (1600 - 1670), por
ejemplo, una concepción de la naturaleza moderna que correspondía a sus propias
aspiraciones. Los impresionistas franceses también reconocieron esas cualidades
y en la década de los sesenta, los pintores Frans Hals (1585 - 1666) y Jan Vermeer (1632 - 1675) despertaron profundo interés de
aquellos artistas. En la obra de Hals apreciaban especialmente la pincelada
ancha y libre, mientras que en Vermeer admiraban la virtuosa coloración.9
Los pintores franceses de la época impresionista
conocieron estos pintores, no solo a través de los cuadros expuestos en el
Museo del Louvre, sino que también a través de los artículos del crítico de
arte francés Théophile Thoré (1824 - 1869), y a través
de numerosos contactos personales. Monet, por ejemplo consideraba al holandés Johan Barthold Jongkind (1819 - 1869) como
su maestro más importante, junto a Boudin. En Jongkind se pone de evidencia, en
forma muy especial la acción reciproca que se dio entre los pintores holandeses
y franceses, que resultaron más tarde muy importantes para el impresionismo.
En esta línea tuvo importancia, en las décadas de los
setenta y ochenta, la llamada Escuela de la Haya, de la cual participaron,
entre otros:
• Floris Arntzenius (1864 - 1925);
La Escuela de La Haya es el nombre dado a un grupo
de artistas que vivieron y trabajaron en La Haya entre 1860 y 1890.
Fueron fuertemente influenciados por los pintores del Realismo francés de la Escuela de Barbizon.
Los pintores de la Escuela de La Haya utilizan
frecuentemente colores obscuros, poco brillantes, razòn por la cual en
ocasiones se les llama la Escuela gris.
Entre los artistas influidos por la Escuela de La Haya
tenemos: Vincent van Gogh, Piet Mondrian, George Hendrik Breitner, Jan Toorop y Isaac Israëls